Perder dinero es muy fácil. ¿Alguna vez te preguntaste a dónde va tu dinero después de cobrar tu paga?
¡Gastar dinero es demasiado fácil, tan fácil que pierdes el control! Sin embargo, también es muy fácil ahorrar dinero… aunque no sea algo que ocurra de la noche a la mañana, hay que trabajar para cambiar algunos hábitos. Hay varios pasos que pueden ayudarte a avanzar en el camino hacia el éxito financiero. No es necesario ser matemático para mejorar tus finanzas personales, simplemente siéntate y tómate un momento para analizar tus gastos e ingresos para crear un presupuesto y dejar de perder dinero.
Por ejemplo, puedes comenzar retrocediendo y revisando tus extractos bancarios o hacer que una aplicación los clasifique por ti. Divídelos en secciones como comida rápida, gastos bancarios, facturas, etc. Cuando realmente ves lo que estás gastando y tienes apuntado lo que tienes para cada artículo de gasto, te abrirá los ojos. Después de ver dónde estás gastando tu dinero, será bueno establecer un presupuesto.
Tabla de contenidos
- Perder dinero es muy fácil. ¿Alguna vez te preguntaste a dónde va tu dinero después de cobrar tu paga?
- 1. Para dejar de perder dinero, define un presupuesto y prioriza tus gastos
- 2. Estate atento en no gastar sin pensar para no perder dinero
- 3. ¡Revisa tus recibos y abre tus facturas!
- 4. Cuidado con los cargos bancarios
- 5. ¡Ten metas financieras!
- 6. Por último, ¡no tomes decisiones financieras estando presionado!
1. Para dejar de perder dinero, define un presupuesto y prioriza tus gastos
Para establecer un presupuesto, debes comparar cuánto gastas y cuánto ganas realmente. Reserva dinero para tu salud y tu bienestar como primera prioridad. Esto incluirá gastos tales como tus facturas (alimentos, servicios públicos, alquiler), así como también ahorrar dinero en un seguro de vida u otro tipo de inversión similar.
Una vez que hayas reservado algo de dinero para tu bienestar y seguridad, debes empezar a pensar en tu índice de endeudamiento. Considera cuánto les debes a todos tus acreedores y cuánto tiempo y dinero necesitarás para pagarles. La mayoría de estos gastos serán gastos relacionados con tu tarjeta de crédito, pero también otras cosas como préstamos estudiantiles / bancarios. Cuanto antes te deshagas de estas deudas, mejor será para tu cuenta bancaria y así dejarás de perder dinero.
2. Estate atento en no gastar sin pensar para no perder dinero
No tener un plan de gastos (o presupuesto) es uno de los errores más comunes que se cometen y una de las razones por las que la mayoría de nosotros cometemos muchos otros errores financieros, es otra forma muy tonta de perder dinero. No saber dónde te encuentras financieramente significa que terminarás gastando más de lo que puedes pagar. También ten cuidado con las compras impulsivas, pues puedes vaciar mucho dinero de tu billetera. Haz una lista antes de ir de compras y cúmplela.
3. ¡Revisa tus recibos y abre tus facturas!
Cuando usas tu tarjeta de crédito, tarjeta de débito o incluso efectivo y no verificas los recibos, corres el riesgo de perder tu dinero.
Si no verificas los precios de los artículos que has comprado, es posible que se te cobre de más por artículos como los que deberían estar en oferta pero tienen un precio diferente.
Cuando llega tu correo y dejas tus facturas sin abrir durante días o semanas, puedes perder dinero de dos maneras. En primer lugar, la falta de fechas de vencimiento significa que gastarás en cargos por pagos atrasados e intereses. En segundo lugar, tu estado de cuenta puede ser inexacto y, si no revisas la información, nunca sabrás si está gastando más de lo que deberías.
4. Cuidado con los cargos bancarios
Los bancos han realizado muchos cambios y si has sido un cliente leal durante años, es posible que te hayas vuelto tan complaciente que no sepas cuánto estás pagando por comisiones de administración o cuánto te está costando realmente tu banco. Ahí hay otra forma de perder dinero. Debes esforzarte regularmente por ver lo que ofrece la competencia. Puede encontrar un banco que sea más eficiente para ti y tu dinero, que te cueste menos en gastos de administración y otros cargos, u ofrezca una tasa de interés de ahorro más alta. En resumen, una fórmula ganadora.
No es mala idea usar tarjetas de crédito, pero solo si lo haces bien. Todo lo que gastes en tu tarjeta de crédito cada mes debe pagarse en tu totalidad al final del ciclo de facturación. Esto asegurará que no pagues ningún cargo adicional por intereses o cargos por mora por los saldos arrastrados. Solo ponga a crédito lo que realmente tienes en efectivo para ahorrar costos.
5. ¡Ten metas financieras!
Tus metas financieras le dan los pasos a seguir. Estos objetivos deben ser el tener en propiedad una vivienda, iniciar tu propio negocio y jubilarte. Si no estableces metas específicas, fracasarás.
Tómate un tiempo para establecer objetivos financieros sólidos y revísalos cada año. Presta atención al seguro. Muchas personas optan por vivir sin seguro para ahorrar dinero. Sin embargo, tu seguro es tu red de seguridad, pues está aquí para protegerte de la bancarrota y asegurarte de que tengas todo lo que necesitas. Debes asegurarte de tener una cobertura de seguro básica, incluido un seguro médico, para protegerte de problemas futuros y no perder dinero por un suceso imprevisto.
6. Por último, ¡no tomes decisiones financieras estando presionado!
Otro error común es tomar una decisión financiera cuando tienes miedo o sientes mucha presión para actuar de inmediato. Cuando tienes miedo, es posible que no estés considerando todas las opciones y que estés equivocado. Es importante dar un paso atrás y considerar todas tus opciones. Es posible que desees discutir la decisión con alguien de tu confianza.
Otro error financiero es ceder a la presión de dar un gran paso financiero, desde comprar un auto nuevo hasta comprar una casa, casarse o tener un hijo. Es posible que no estés preparado para estos pasos y ceder a la presión no te traerá ningún beneficio económico. Está bien tomar todas las decisiones financieras en función de tu tiempo, objetivos y necesidades.
Finalmente, administrar tus finanzas personales es una combinación de varias actitudes. En primer lugar, debes tener cuidado y vigilar tus gastos. Además, debes ser riguroso y no gastar innecesariamente o sin pensar. Por último, deberás tener visión de futuro y tener objetivos financieros bien definidos.
Te puede interesar: