Los planes de pensiones son un instrumento de ahorro e inversión que tiene como objetivo complementar la pensión pública de jubilación
También tienen otros objetivos como cubrir otras contingencias como la supervivencia, la viudedad, la orfandad o la invalidez. Los planes de pensiones se constituyen a favor de una o varias personas, llamadas partícipes, que realizan aportaciones periódicas o extraordinarias al plan. Estas aportaciones se invierten en un fondo de pensiones, que es el patrimonio que garantiza el cumplimiento de las prestaciones futuras.
Tabla de contenidos
- Los planes de pensiones son un instrumento de ahorro e inversión que tiene como objetivo complementar la pensión pública de jubilación
- Sistemas de planes de pensiones
- Ventajas fiscales de los planes de pensiones
- Ventajas fiscales en la aportación
- Ventajas fiscales en el rescate
- Inconvenientes de los planes de pensiones
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Sistemas de planes de pensiones
Los planes de pensiones se clasifican en tres sistemas: individual, asociado y de empleo. El sistema individual es el más común y se caracteriza por la libre elección del plan por parte del partícipe, sin vinculación con ninguna entidad o colectivo. El sistema asociado se refiere a los planes promovidos por asociaciones o sindicatos en favor de sus miembros o afiliados. El sistema de empleo se refiere a los planes promovidos por las empresas en favor de sus trabajadores, ya sea mediante convenio colectivo o acuerdo individual.
El sistema individual es el más conocido y utilizado por los ahorradores. Se trata de planes de pensiones que contratan las personas de forma voluntaria y que pueden elegir entre una amplia oferta de entidades financieras. Estos planes tienen una fiscalidad favorable, ya que las aportaciones reducen la base imponible del IRPF hasta un límite anual. Además, permiten cambiar de plan sin coste ni tributación. Los planes individuales se pueden clasificar en función del tipo de activos en los que invierten: renta fija, renta variable, mixtos o garantizados.
El sistema asociado es el que agrupa a los planes de pensiones promovidos por sindicatos, asociaciones profesionales, empresariales o culturales. Estos planes tienen como objetivo ofrecer una cobertura a sus afiliados o miembros en caso de jubilación, invalidez o fallecimiento. Los planes asociados tienen una fiscalidad similar a la de los individuales, pero suelen tener unas comisiones más bajas y una mayor participación de los partícipes en la gestión. Los planes asociados también se pueden clasificar según el tipo de activos en los que invierten.
El sistema de empleo es el que engloba a los planes de pensiones promovidos por las empresas para sus trabajadores. Estos planes tienen como finalidad complementar la pensión pública de los empleados y fomentar su fidelización. Los planes de empleo tienen una fiscalidad ventajosa tanto para los trabajadores como para las empresas, ya que las aportaciones empresariales son deducibles en el impuesto de sociedades y no tributan como rendimiento del trabajo para los empleados. Los planes de empleo se pueden clasificar en función del tipo de compromiso que asume la empresa: definido, cuando garantiza una prestación determinada; o contributivo, cuando solo garantiza una aportación periódica.
Ventajas fiscales de los planes de pensiones
Los planes de pensiones tienen una serie de ventajas fiscales, ya que las aportaciones realizadas reducen la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), dentro de unos límites establecidos por la ley. Además, los rendimientos generados por el fondo de pensiones no tributan hasta el momento del rescate, lo que permite diferir el pago de impuestos y aprovechar el efecto del interés compuesto.
A continuación, te menciono algunas de las principales ventajas:
- Deducción en la declaración de la renta: Una de las ventajas fiscales más importantes de los planes de pensiones es la posibilidad de deducir las aportaciones realizadas en la declaración de la renta. En muchos países, incluyendo España, se permite deducir un porcentaje de las aportaciones realizadas al plan de pensiones, lo que reduce la base imponible y, por lo tanto, el impuesto a pagar.
- Diferimiento fiscal: Los planes de pensiones permiten diferir el pago de impuestos sobre las ganancias generadas por las inversiones realizadas en el plan. Esto significa que no se pagan impuestos sobre las ganancias de capital, los dividendos o los intereses generados por las inversiones del plan hasta que se retire el dinero.
- Reducción del tipo impositivo en el momento del rescate: En muchos países, cuando se retira el dinero de un plan de pensiones, se aplica un tipo impositivo reducido. Esto se debe a que se considera que el beneficiario estará en una situación económica inferior en su jubilación y, por lo tanto, se le aplica un tipo impositivo más bajo que el que tendría en su etapa laboral.
- Posibilidad de traspaso entre planes: En algunos países, los planes de pensiones permiten realizar traspasos entre diferentes planes sin generar impuestos. Esto brinda flexibilidad al ahorrador para cambiar de plan si encuentra mejores condiciones o desea diversificar sus inversiones.
Es importante tener en cuenta que las ventajas fiscales de los planes de pensiones pueden variar según el país y la legislación vigente en cada lugar. Además, existen límites máximos de aportación anual que pueden deducirse fiscalmente, así como restricciones en cuanto a los plazos y condiciones para el rescate del dinero. Por tanto, siempre es recomendable consultar con un asesor financiero o experto en impuestos para obtener información específica sobre las ventajas fiscales de los planes de pensiones en tu país.
Los planes de pensiones son una forma de ahorrar para el futuro que ofrece ventajas fiscales tanto en el momento de la aportación como en el del rescate. En este artículo te explicamos cuáles son estas ventajas y cómo puedes aprovecharlas.
Ventajas fiscales en la aportación
Las aportaciones que realizas a tu plan de pensiones reducen la base imponible del IRPF, es decir, la cantidad sobre la que se aplican los tipos impositivos. Esto significa que pagas menos impuestos cada año por tus rendimientos del trabajo y de actividades económicas.
Pero hay un límite: no puedes aportar más de 1.500 euros al año a tu plan de pensiones (o el 30% de tus rendimientos netos, si es menor). Este límite se aplica al conjunto de todos los sistemas de previsión social que tengas contratados, como planes de pensiones, planes de previsión asegurados, mutualidades de previsión social o seguros de dependencia.
Además, si tu empleador realiza aportaciones a tu plan de pensiones, también se consideran una ventaja fiscal para ti, ya que no tributan como rendimientos del trabajo hasta el momento del rescate. El límite para las aportaciones empresariales es de 8.500 euros al año (o el 30% de tus rendimientos netos, si es menor), siempre que el total de las aportaciones individuales y empresariales no supere los 10.000 euros al año.
La ventaja fiscal de las aportaciones depende de tu tipo marginal, es decir, el porcentaje que se aplica al último tramo de tu base imponible. Cuanto mayor sea tu tipo marginal, mayor será el ahorro fiscal. Por ejemplo, si tu tipo marginal es del 19% y aportas 1.000 euros a tu plan de pensiones, Hacienda te devolverá 190 euros. Si tu tipo marginal es del 45% y aportas la misma cantidad, la devolución será de 450 euros.
Ventajas fiscales en el rescate
Cuando llega el momento de rescatar tu plan de pensiones, también puedes beneficiarte de una fiscalidad ventajosa. Lo primero que debes saber es que el rescate tributa como rendimientos del trabajo, igual que tu salario o tu pensión pública. Esto significa que se suma a tus otros ingresos y se aplica el tipo impositivo correspondiente.
Pero hay una diferencia: cuando rescatas tu plan de pensiones, puedes elegir cómo hacerlo: en forma de capital (todo de una vez), en forma de renta (periódicamente) o en forma mixta (una parte en capital y otra en renta). Cada opción tiene sus ventajas e inconvenientes fiscales.
Si optas por rescatar en forma de capital, tributarás por el total del importe rescatado en un solo año, lo que puede elevar tu tipo impositivo y hacerte pagar más impuestos. Sin embargo, si has realizado aportaciones antes del 31 de diciembre de 2006, podrás aplicar una reducción del 40% sobre la parte correspondiente a esas aportaciones, siempre que las rescates en los dos primeros años desde que te jubiles o desde que empieces a cobrar el plan.
Inconvenientes de los planes de pensiones
Sin embargo, los planes de pensiones también tienen algunas desventajas, como la falta de liquidez y la incertidumbre sobre la rentabilidad y el importe final de la prestación. Los planes de pensiones solo se pueden rescatar en caso de jubilación o de otras contingencias previstas en la ley, como el fallecimiento, la invalidez, el desempleo de larga duración o la enfermedad grave. Además, el rescate se puede realizar en forma de capital (cobrando todo el dinero de una vez), en forma de renta (cobrando una cantidad periódica) o en forma mixta (combinando ambas opciones). En cualquiera de los casos, el rescate tributa como rendimiento del trabajo en el IRPF, lo que puede suponer una elevada carga fiscal.
Otra desventaja de los planes de pensiones es la incertidumbre sobre la rentabilidad y el importe final de la prestación. Al tratarse de productos de inversión, los planes de pensiones no garantizan un rendimiento fijo ni una cantidad determinada al finalizar el plazo. La rentabilidad dependerá de la evolución de los mercados financieros y del tipo de plan elegido. Asimismo, el importe final de la prestación dependerá de las aportaciones realizadas, las comisiones cobradas y los impuestos aplicados.
Por último, los planes de pensiones también tienen el inconveniente de que pueden sufrir modificaciones legislativas que afecten a sus condiciones. Por ejemplo, en los últimos años se han introducido cambios en los límites de aportación, las ventajas fiscales, los supuestos de liquidez o la forma de cobro. Estos cambios pueden alterar las expectativas y los objetivos de los partícipes, que deben estar atentos a las novedades que puedan afectar a sus planes.
En conclusión, los planes de pensiones son un producto financiero que ofrece ventajas pero también inconvenientes. Antes de contratar un plan de pensiones, es conveniente informarse bien sobre sus características, riesgos y costes, y comparar diferentes opciones disponibles en el mercado. Así se podrá elegir el plan que mejor se adapte a las necesidades y al perfil de cada ahorrador.
También es conveniente revisar periódicamente la evolución del plan y realizar los cambios necesarios para optimizar su rentabilidad y adecuarlo a nuestras circunstancias personales y profesionales.
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