Invertir como Nassim Taleb (autor de El Cisne Negro)

Invertir como Nassim Taleb (autor de El Cisne Negro)

Nassim Taleb ha logrado obtener beneficios durante las crisis financieras de 1987, 2001 y 2008.

Nassim Taleb es un ensayista, investigador y financiero libanés naturalizado estadounidense, que se ha dedicado a estudiar los problemas de la suerte, la incertidumbre, la probabilidad y el conocimiento. Es también miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Nueva York y autor de la serie Incerto, una colección de cinco libros sobre la incertidumbre.

Tabla de contenidos

Nassim Taleb es conocido por su teoría del cisne negro, que describe los eventos que son altamente improbables, impredecibles e impactantes, y que cambian radicalmente el curso de la historia. Según Nassim Taleb, estos eventos son subestimados por los modelos tradicionales de predicción y análisis de riesgo, que se basan en datos del pasado y en supuestos erróneos sobre la distribución de las probabilidades.

Ver El cisne negro: El impacto de lo altamente improbable

Taleb propone una forma de pensar y actuar que sea robusta o antifrágil ante los cisnes negros, es decir, que pueda resistir o incluso beneficiarse de la volatilidad y el caos. Para ello, aboga por el empirismo escéptico, el uso de la heurística, la diversificación, la redundancia, la simplicidad y el tener «piel en el juego», es decir, estar expuesto a las consecuencias de las propias decisiones.

Ver Jugarse la piel: Asimetrías ocultas en la vida cotidiana

Taleb también se ha interesado por cómo invierte en los mercados financieros, donde ha aplicado sus principios de antifragilidad y asimetría. Según él, la mayoría de los inversores pierden dinero porque siguen estrategias convencionales que no tienen en cuenta los cisnes negros. Taleb prefiere invertir en opciones que le permitan obtener grandes ganancias con pequeñas pérdidas potenciales, o protegerse contra las caídas repentinas del mercado. Así, ha logrado obtener beneficios durante las crisis financieras de 1987, 2001 y 2008.

Ver Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden

Nassim Taleb es considerado uno de los pensadores más influyentes y originales de la actualidad, aunque también ha generado controversia y críticas por su estilo provocador y polémico. Sus libros han sido traducidos a más de 35 idiomas y han vendido millones de ejemplares en todo el mundo.

La estrategia de inversión Barbell

Es un concepto que propone que la mejor forma de equilibrar el rendimiento y el riesgo es invertir en los dos extremos de activos de alto riesgo y sin riesgo, evitando las opciones intermedias. Esta estrategia fue popularizada por Nassim Taleb, un estadístico, ensayista y operador de derivados, que logró prosperar durante la crisis económica de 2007-2008 mientras muchos de sus colegas de Wall Street fracasaban. Nassim Taleb ha utilizado muchas veces la estrategia de inversión Barbell para aprovechar los movimientos del mercado y protegerse de los eventos raros e impredecibles.

La estrategia de inversión Barbell consiste en distribuir el capital entre dos tipos de activos: unos de bajo riesgo y bajo rendimiento, y otros de alto riesgo y alto rendimiento. El objetivo es obtener una rentabilidad media superior a la que se lograría con una cartera equilibrada, pero con un nivel de riesgo similar o menor.

Un ejemplo de esta estrategia sería invertir el 80% del capital en bonos del Estado a largo plazo, que ofrecen una rentabilidad baja pero segura, y el 20% restante en acciones de empresas tecnológicas o emergentes, que tienen un potencial de crecimiento elevado pero también una mayor volatilidad. De esta forma, se busca aprovechar las oportunidades del mercado sin renunciar a la estabilidad financiera.

Otro ejemplo sería combinar el 70% del capital en depósitos bancarios o fondos de renta fija, que garantizan la preservación del capital y una renta periódica, con el 30% restante en opciones financieras o criptomonedas, que pueden generar beneficios extraordinarios pero también implican un riesgo de pérdida total. Así, se busca maximizar la rentabilidad esperada sin asumir un riesgo excesivo.

El Efecto Lindy, Antifrágil y Richard Goot aplicado a la inversión

El efecto Lindy es una regla que afirma que cuanto más tiempo ha existido algo no perecedero, más probable es que siga existiendo en el futuro. Esta regla se puede aplicar a la inversión, buscando empresas o sectores que hayan demostrado su capacidad de adaptación y supervivencia a lo largo del tiempo. Un ejemplo de esto es el sector de la alimentación, que lleva siglos satisfaciendo una necesidad básica de los seres humanos y que ha sabido innovar y diversificar sus productos.

Antifrágil es un concepto acuñado por el escritor Nassim Taleb para describir aquello que se beneficia del desorden, la incertidumbre y la volatilidad. Lo antifrágil es lo opuesto a lo frágil, que se rompe ante las adversidades, y lo distinto de lo robusto, que permanece igual. Lo antifrágil mejora y crece con el estrés y los cambios. En el ámbito de la inversión, se trata de buscar activos o estrategias que tengan un perfil asimétrico de riesgo-recompensa, es decir, que tengan más potencial de ganancia que de pérdida ante los eventos impredecibles.

Richard Goot es un inversor estadounidense que se ha hecho famoso por su método de inversión basado en el análisis cuantitativo y el uso de algoritmos. Goot utiliza la inteligencia artificial y el big data para identificar las mejores oportunidades de inversión en el mercado, sin dejarse influir por las emociones o los sesgos cognitivos. Su filosofía se basa en la diversificación, la disciplina y el largo plazo.

Estos tres conceptos, el efecto Lindy, lo antifrágil y el método de Richard Goot, pueden combinarse para crear una estrategia de inversión sólida y rentable. Se trata de seleccionar empresas o sectores que hayan sobrevivido al paso del tiempo y que tengan capacidad de adaptarse y mejorar ante los cambios, y utilizar herramientas tecnológicas para optimizar la gestión del riesgo y la rentabilidad.

Redundancia, espera lo inesperado

La inversión es una actividad que implica riesgos e incertidumbres. No podemos predecir el futuro ni controlar todos los factores que influyen en el comportamiento de los mercados. Por eso, es importante tener en cuenta el concepto de redundancia, que nos propone Nassim Taleb, uno de los pensadores más influyentes de nuestro tiempo.

La redundancia consiste en tener más recursos de los que necesitamos para afrontar una situación. Es decir, tener un margen de seguridad que nos permita resistir o aprovechar los eventos imprevistos, los llamados cisnes negros, que pueden tener un gran impacto en nuestra cartera. La redundancia nos hace más robustos o incluso antifrágiles, es decir, capaces de beneficiarnos del desorden y la volatilidad.

¿Cómo aplicar la redundancia a la inversión?

Nassim Taleb nos sugiere seguir la estrategia de la barra de pesas, que consiste en dividir nuestra cartera en dos partes: una muy conservadora y otra muy arriesgada. La parte conservadora nos protege de las pérdidas y nos da estabilidad, mientras que la parte arriesgada nos expone a las oportunidades y nos da potencial de crecimiento. La proporción entre ambas partes dependerá de nuestro perfil de riesgo, pero Nassim Taleb recomienda tener al menos el 85% en la parte conservadora y el 15% en la parte arriesgada.

La parte conservadora puede estar compuesta por activos de bajo riesgo y alta liquidez, como el efectivo, los bonos del tesoro o el oro. La parte arriesgada puede estar compuesta por activos de alto riesgo y baja liquidez, como las acciones de empresas disruptivas, las opciones financieras o las criptomonedas. La idea es que la parte conservadora nos garantice la supervivencia y la parte arriesgada nos ofrezca la posibilidad de obtener grandes ganancias.

La redundancia no es lo mismo que la diversificación. La diversificación busca reducir el riesgo mediante la combinación de activos con diferentes correlaciones. La redundancia busca aumentar la resiliencia mediante la asignación de recursos excedentes. La diversificación nos hace más eficientes, pero también más vulnerables a los cisnes negros. La redundancia nos hace menos eficientes, pero también más preparados para lo inesperado.

En conclusión, la redundancia es un principio que nos ayuda a invertir con más seguridad y más inteligencia. Siguiendo las ideas de Nassim Taleb, podemos construir una cartera que sea capaz de resistir o aprovechar los eventos imprevistos que pueden cambiar el rumbo de los mercados. Así, podremos esperar lo inesperado y obtener mejores resultados a largo plazo.

Invertir como Nassim Taleb (autor de El Cisne Negro)

Capa extra de seguridad

La inversión es una actividad que implica riesgos e incertidumbres. No podemos predecir el futuro ni controlar todos los factores que influyen en el comportamiento de los mercados. Por eso, es importante tener en cuenta la teoría del cisne negro de Nassim Taleb, que nos advierte de la posibilidad de que ocurran eventos raros, imprevistos y de gran impacto que pueden alterar drásticamente nuestras expectativas y resultados.

Según Nassim Taleb, una forma de protegernos de los cisnes negros es aplicar el principio de la redundancia o la capa extra de seguridad. Esto significa que debemos tener más recursos de los que necesitamos para afrontar las situaciones normales, de modo que podamos resistir o incluso beneficiarnos de las situaciones extremas. Por ejemplo, tener un fondo de emergencia, diversificar nuestras fuentes de ingresos, invertir en activos no correlacionados, etc.

Diversificar

La diversificación es una estrategia que consiste en invertir en diferentes tipos de activos financieros para reducir el riesgo y aumentar la rentabilidad esperada. Según Nassim Taleb la diversificación es una forma de protegerse de los eventos impredecibles y de alto impacto que pueden afectar negativamente a una cartera de inversión. Por tanto, se da preferencia a los activos que han demostrado su solvencia y durabilidad a lo largo del tiempo, frente a los activos que son más volátiles y dependientes de las modas o las tendencias.

Huye de la deuda

Nassim Taleb tiene una visión muy crítica de la deuda, tanto personal como corporativa o gubernamental, y la considera una fuente de fragilidad y vulnerabilidad ante los shocks del mercado. En este artículo, vamos a explicar por qué no comprar empresas con mucha deuda según Nassim Taleb aplicado a la inversión y ejemplos.

Según Nassim Taleb, la deuda incrementa el riesgo de catástrofe económica, ya que reduce la capacidad de adaptación y respuesta ante las crisis. La deuda también genera una ilusión de riqueza y crecimiento que no se corresponde con la realidad, y que puede desencadenar una espiral de insolvencia y quiebras cuando el crédito se contrae. Taleb compara la deuda con un cáncer que se extiende por el sistema financiero y que puede provocar una metástasis.

Invertir como Nassim Taleb (autor de El Cisne Negro)

Desde el punto de vista de la inversión, Nassim Taleb recomienda evitar las empresas con mucha deuda, ya que son más propensas a sufrir los efectos negativos de los cisnes negros, es decir, los eventos raros e impredecibles que tienen un gran impacto en el mercado. Estas empresas pueden verse obligadas a vender activos a precios bajos, recortar gastos e inversiones, o incluso declararse en bancarrota si no pueden hacer frente a sus obligaciones financieras. Por el contrario, Nassim Taleb prefiere las empresas con poca o ninguna deuda, ya que son más robustas y antifrágiles, es decir, que pueden resistir o incluso beneficiarse del desorden y la volatilidad.

Un ejemplo de empresa con mucha deuda que sufrió un cisne negro fue Lehman Brothers, el banco de inversión que se declaró en quiebra en 2008 tras la crisis de las hipotecas subprime. Lehman Brothers tenía un ratio de apalancamiento (deuda sobre capital) de 30, lo que significa que por cada dólar de capital propio tenía 30 dólares de deuda. Cuando el mercado inmobiliario se desplomó, Lehman Brothers perdió miles de millones de dólares y no pudo refinanciar su deuda, lo que provocó su colapso y una crisis financiera global.

Un ejemplo de empresa con poca o ninguna deuda que se benefició de un cisne negro fue Google, el gigante tecnológico que revolucionó el mercado de las búsquedas en internet. Google se fundó en 1998 con una inversión inicial de 100.000 dólares y nunca recurrió al endeudamiento para financiar su crecimiento. Google desarrolló un algoritmo innovador que le permitió ofrecer resultados más relevantes y personalizados a los usuarios, así como generar ingresos por publicidad. Google se convirtió en un líder indiscutible en su sector y en una de las empresas más valiosas del mundo.

En conclusión, Nassim Taleb nos advierte del peligro de la deuda como fuente de fragilidad y riesgo ante los eventos impredecibles que pueden alterar el mercado. Por eso, nos recomienda no comprar empresas con mucha deuda y preferir las que tienen poca o ninguna. Estas empresas son más robustas y antifrágiles, y pueden ofrecer mejores oportunidades de inversión a largo plazo.

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